miércoles, 5 de marzo de 2014

Oda a la infancia con los animales...


Mis trabajos representan recuerdos, alusiones y menciones a la vida salvaje en combinación con mi niñez y la percepción que tuve de ella durante mis primeros años de vida, donde invente esa tierra imaginaria que funciona como un refugio personal en el cual conviven todas mis influencias: la ciencia ficción, los dibujos animados de los años 80s-90s, sus camadas inagotables de muñequitos, la ilustración científica, los video-games 90´s, el cine clase B, y claro, una figura central y  protagonista: la Fauna.





La infancia y la fauna o la fauna y la infancia. Es casi un cliché que a los niños les gusten los animales: curiosidad, gusto y porqué no fascinación. Pero ¿qué ocurre cuando se traspasan los márgenes de esta relación?...









 Existe un mundo interno (llamado Ocampa), al que suelo viajar, donde esto ocurre desde que soy un infante y mis únicos amigos eran los animales con sus imágenes… Por ende mi conexión con estas imágenes se dio desde muy chico. Al principio era admiración y deslumbramiento por sus formas, sus rasgos y figuras. Tenían algo que me fascinaba desde su diseño. En esa época me resultaba más fácil comunicarme e identificarme con los animales que con las personas (por la dislexia que tenía entonces); eso motivó  una relación en la cual siento que puedo percibir cosas muy profundas de ellos.     





Quien alguna vez se haya tomado un rato para apreciar la apariencia que tiene la fauna, enseguida descubre que hay algo más detrás de ella, algo que de niño me parecía NO ser de este mundo, y por eso la admiraba. Eso me trasportaba a esta tierra imaginaria en donde podía estar con las mas caprichosas y exóticas criaturas.





Sabía que había algo más de lo que se nos mostraba, y esas especulaciones, fantasías y aventuras me dieron un imaginario tan sobrecargado como especial, para mí. Fue así que, con el paso de los años llegué a sentirme en deuda con los animales, por todo lo que me dieron, tanto en la infancia como posteriormente.




                              




No hay comentarios.:

Publicar un comentario